4.4 La planeación y la evaluación en los procesos productivos
4.4 La planeación y la evaluación en los procesos productivos
Cuando acudes al mercado o a un centro comercial y quieres comprar un juguete, pero aún no lo has escogido, por lo general antes de adquirirlo piensas en el costo que tendrá y en la cantidad de diversión que te puede ofrecer. Por ejemplo, imagina que juegas futbol en un equipo organizado y decides comprar un balón. Al llegar al escaparate encuentras que hay varios tipos de balones, con precios distintos. Tú llevas en el bolsillo una cantidad que te permite comprar uno de tres tipos de balón. Tomas cada uno de ellos, lo examinas, imaginas los beneficios que obtendrán tú y tus compañeros de equipo al usarlo.
Si crees que con cualquiera de los tres balones tendrás el mismo resultado (los mismos beneficios), elegirás el de menor precio. Por otra parte, si ninguno te satisface tanto, como uno de precio superior, es muy probable que regreses a casa y esperes a reunir más dinero para comprarlo. Cualquiera que sea tu decisión, habrás elegido la opción que te ofrece el valor más alto en la relación costo-beneficio.
Las empresas comerciales también utilizan esta relación para evaluar muchas de sus actividades. Por ejemplo, el departamento de compras busca la mejor relación costo-beneficio en los insumos. Es obvio que si producen juguetes de plástico y por un afán de ahorrar costos, compran materiales que no satisfacen los requisitos de resistencia y durabilidad, sus juguetes serán de calidad inferior y serán rechazados por los consumido-res. En este sentido, tendrán menores costos y, al mismo tiempo, menores beneficios.
La relación costo-beneficio es fundamental para evaluar las actividades de un sistema tecnológico. El uso de esta relación es indispensable para planear las actividades e intervenir en los procesos cuando no se están obteniendo los beneficios esperados por el costo pagado. El concepto en que se basa la relación costo-beneficio lo aplicamos todos los días, ya que su uso nos permite tomar decisiones de compra. También se aplica a costos no económicos, como cuando decidimos si vale la pena pagar el costo de no hacer la tarea por el beneficio de ir al cine con un amigo.
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